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Un sueño...
» Cura mis heridas , kajira.......
Este hermoso cuento es Gor hecho poesía...kajira hilada en versos de amor, confianza y sumisión.Esto es belleza simple, esto ES GOR.
"Las delicadas manos se abren y cierran como rosas mecidas por el viento, vivían al aliento de su Señor, cuidadas, suaves, distinguid as en cualquiera de sus usos convirtiendo en espectáculo la acción más humilde y la más fina.
Dispuesta a coser su pieza más preciada, mientras El observaba atentamente como desenrollaba el hilo de su carrete fluyendo manantial entre sus dedos y llevado, apenas mojado en su apetitosa lengua el flácido hilo se yergue, duro, afilado, incisivo, penetrante se introduce en la generosa abertura de la aguja que espera ansiosa su complemento siente como corre dentro de ella hasta terminar en un nudo efímero, necesario, conciso, fugaz y determinante.
Toma la aguja y sin pensar, naturalmente da inicio a su labor, las puntadas seguras, laboriosas, suaves y efectivas unen la superficie imperceptibles, minúsculas una tras otra y al final cierra la costura da una vuelta cortando con sus dientes el cordón umbilical entre aguja e hilo, nunca más compañeros de viaje.
La muchacha pasa la mano por la ruta del hilo, previamente untada para suavizar la piel y una lágrima cae sobre la cicatriz que el tajo del enemigo ha dejado sobre la Espalda de Su señor, El siente la gota y le habla;
- No es momento de llorar kajira, aun quedan muchas heridas por coser,
- tu mano no provoca ningún dolor-
- no es por eso Amo, se que Usted lo soporta, me emociona ser honrada con su atención, hay médicos que harían mejor el trabajo.
- charlatanes, curiosos, si creyese en ellos no te tendría a ti.
Ella baja la mirada, y asiente, aun hay más heridas que coser, encima del ojo, en un costado y en el muslo, El permanece sentado estoico, ningún gesto revela su estado, no hay disgusto, queja, auto compasión, el dolor absorbe cada puntada y desaparece en su meditación. Ella da la última puntada y en un impulso irresistible pasa su lengua por la ceja en su deseo que el contacto borre el rastro dejado por el hierro y la costura.
Serena y apenada por el arrebato, apoyada sobre sus rodillas se sienta frente al Amo,y El solamente la mira, complacido:
- Caería bien un trago.
Se levanta de inmediato y en la despensa busca la jarra de la fuerte bebida, la sirve con mano segura en el cuenco de la bota que limpia con devoción, hincada frente a El levanta por encima del corazón, como tantas veces y espera...
_ Amor, honor y devoción._ besa el borde, y lo ofrece:
_Mi Señor...
El toma el vaso y da largos tragos.
- Sul-Paga, la bebida adecuada,
- No te retires
Le ofrece un pequeña golosina que ella disfruta con placer infinito y antes de poder responder, El dice:
_Es noche para meditar, quédate a mis pies y descansa.
La noche es clara, serena, y la violencia toma descanso en ese rincón de Contratierra".
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